Hace ya mucho tiempo que la Consejera de Educación
ha perdido el norte en sus actuaciones. Durante muchas ocasiones CCOO ha
exigido su dimisión por muchos motivos: cada año los presupuestos de educación
han ido disminuyendo provocando una situación crítica en la enseñanza pública
que se ha visto mermada en el número de
docentes, en los ingresos de los centros para gastos de funcionamiento y por
contra aumentando el horario lectivo del profesorado y las ratios de las aulas.
Todo ello para no moverse un ápice de su política educativa nefasta con la
escuela pública como una apisonadora, año tras año, sin que la oposición
política y social haya conseguido reducir sus consecuencias.
Hasta ahora no habíamos conocido
a este personaje en otro papel que no fuera el de justificar a su manera los
diferentes recortes sufridos por la escuela pública. Esta semana la hemos
conocido en su papel más rastrero que puede tener un político y es mostrando
toda su fiereza cuando las cosas no salen como a ella le hubiera gustado.
Tiene que ver con la salida de
tono a raíz del acuerdo parlamentario de todos los partidos excepto el PP para
dotar a la Universidad
de Zaragoza de 1,5 millones de euros de presupuesto para el año 2015 cuando el
gobierno había consignado cero euros para la educación universitaria.
Sabemos que ese acuerdo pone al PP
en una mala situación cara la ciudadanía puesto que supone que por una vez el
PAR rompe la baraja con el PP en un asunto y no funciona la apisonadora.
El chantaje de la Consejera al poner
encima de la mesa como perjudicado al colectivo de Auxiliares de Educación
Infantil es de tal bajeza que alguno de los partidos firmantes del acuerdo han
tenido que salir a la prensa para informar que en ningún momento salía ese
dinero del presupuesto de este colectivo y sí de otros gastos fácilmente
evitables, como por ejemplo, de protocolo.
El colectivo de AEI ha estado
siempre en el ojo del huracán del Departamento, aprovechando los cambios de
empresas, condiciones de trabajo, jornadas laborales, etc. para precarizarles
el empleo y CCOO ha sido uno de los sindicatos que más ha luchado por mantener
tanto el servicio como los puestos de trabajo y por eso nos parecen las
palabras de la Consejera
de tal gravedad que amenazar a estas trabajadoras y a sus contratos es una
prueba más de que son capaces de cualquier artimaña para sacar adelante sus
nefastos presupuestos, aunque sea mintiendo y chantajeando al resto de
partidos. No hay mayor bajeza moral.
Esta Consejera no puede estar ni
un minuto más en este puesto del que no han salido más que noticias negativas
en esta legislatura para todo lo que tiene que ver con la enseñanza pública.
CCOO convocará a las trabajadoras
y a toda la comunidad educativa a movilizarse si estas amenazas finalmente
tuvieran visos de cumplirse. No es de recibo que a un colectivo se les someta a
este grado de tensión sobre sus puestos de trabajo. No se lo merece ningún
trabajador. Pero a la Sra. Serrat
le da igual con tal de servir a su jefa Rudi. Les ha escocido el acuerdo y
salen con lo único que conocen: amenazar y chantajear.
José Luis Cimorra Tobajas
Secretario General de la Federación de Enseñanza
de CCOO Aragón
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